lunes, 13 de junio de 2016

Anotación.

Gracias a todas las personas que leyeron a este punto. A partir de ahora , la historia será modificada de nuevo al igual que el blog. Gracias por la paciencia y perdonad las molestias.

Runa vuelve pronto

viernes, 8 de enero de 2016

Capitulo 3: Tellus , la esperanza de los bosques

La maga del cabello rubio incapaz de sanar la herida comenzó a susurrar un lenguaje puramente insólito y nada entendible para los de alrededor. La luz abundaba por momentos, pequeñas lagrimas de cristal resbalaban por el blanco rostro de la joven marcada con una cruz en la frente.
- Mi señor, aguante... le necesitamos-  le imploró
Las fuertes puertas de la sala de reuniones fueron despejadas por el tronco de una planta que avanzaba hacia el cuerpo sin cesar.
-¡Mandrágoras!- Blasfemó un cuerpo posado frente las puertas
La mirada de la muchacha se dirigió de arriba a abajo observando minuciosamente el ropaje pordiosero que llevaba aquel hombre hasta fijarse en un bastón con el símbolo de la realeza.
-¿Usted es... Tellus?.
-¡Por las carnívoras plantas! , ¡ Apartad!
Apoyándose del bastón avanzó unos pasos hasta el cuerpo y se arrodilló
-Tenemos dos minutos , ¿ Alguien me cede su hoja? - Cuestionó
Glaurung desenvainó y se la cedió junto una pregunta
- ¿Como lo va a salvar?
-¡ Shhh!- le siseó
Con la espada en la mano se arañó la palma dejando que la sangre comenzará a brotar, con su dedo indice de la mano derecha tocó la herida dejando así mancha en el mismo y empezó a dibujar en el ropaje caro y rasgado del rey.
Se formó un circulo alrededor de ambos cuerpos formado de raíces de árbol de bosque, los ojos del mago se pusieron en blanco como si hubiera absorbido algún estupefaciente y finalmente con las llagas de la mano en su herida, esta se cerró y se escuchó Arkaiz toser como si hubiera salido de un río sin saber nadar. Otro nacimiento para él.
-Un cambio de alma, sin dudas usted es Tellus, el solitario de los bosques- comentó la rubia
Tellus apenas podía mantenerse en esa postura tras el gasto de energía que había utilizado, solo podía ojear como el cuerpo del rey se iba recomponiendo lentamente.
Al fin los ojos se abrieron como se abre una flor en una primavera pacifica.
-Llegue lo más rápido que mis raíces pudieron traerme, debes levantarte y continuar con la huida con tu hijo...
-El príncipe le ha traicionado, fue el causante de su herida- añadió Riven
-Lo he notado, ha dejado esencia de su poder en su padre-contestó
-Ami...go mi rei-no se desmorona...
El mago del bosque atrapó una de las manos del rey y le dedicó una sonrisa.
-Yo me encargo a partir de ahora, echaré a esos bichos como si con una carnívora les amenazará. ¡Mandrágoras Thorgil, vamos allá!
-Permiso para entrar en combate- pidió Eric a su mayor
-Concedido.
-Pero jefe... íbamos a salir por patas- Cid detrás de todos
-El objetivo era el príncipe, una vez que ha desertado el ataque frenará
Tellus se arropó con una capa cosida con la mejor de la hierba crecida en el bosque de las penumbras. Tocó el suelo con el bastón una vez dando un suave golpe, una de sus plantas apareció y como si de un corcel se tratase montó y desaparecieron por la ventana rota.
Eric cargó con su arco y flechas trotando hacía el portón que daba con el pueblo.
-Espera, te acompaño- le seguía Glaurung que cogía su espada del suelo
Mientras los tres avanzaban hacia el pueblo para dar apoyo, Riven y la maga ayudaron a su majestad a incorporarse hasta estar de pie.
-Apóyese bien en mi, le llevaré hasta el Diván, y se resguardará hasta que llegue la calma- cargaba con todo su peso el de la cicatriz
-Recuperar...a....a...mi..hijo
-Mi señor, todo saldrá bien- Intentaba calmarle la rubia
-¡Banda! encargaros de los alrededores, yo me quedaré protegiendo al rey
-¡A LA ORDEN!
Los otros tres cargaron también con su armas y se dirigieron hacia el patio central a patrullar.
Mientras tanto en el pueblo aun se mantenía la batalla, eran como los ejércitos de hormigas enfurecidas por que han tocado el hormiguero.
Mientras tanto el capitán recogió un viejo casco oculto tras el diván y se equipó.
-Majestad, voy a encargarme del apoyo moral de las tropas
El rey asintió débilmente como si hasta suspirar fue el mayor de los trabajos, intentando apoyarse sin el éxito de un desvanecimiento.A poca luz, a lentos pasos el capitán procedía al mismo rumbo que los demás...
Sin embargo mientras tanto en el mar Caspio, continuaba la huida del heredero por un sentimiento de amor.El tiempo avanzaba, y cada vez era más tarde la opción de recuperar el joven de hermosos cabellos,era un reino destrozado,el corazón de un padre roto y traicionado, el comienzo de una nueva revelación.
 





domingo, 25 de octubre de 2015

Capitulo 2: La traición

Se escuchaba a lo lejos el sonido trotante  de los soldados del rey  Arkaiz aproximándose a la plaza, alguien dio el aviso de batalla a tiempo y parecía que la  situación se estancaría en calma.
Un soldado pequeño y de aspecto debilucho se acercó al coronel Hermendekin mostrando su mayor respeto y formando su saludo…
-Señor, su majestad le reclama en palacio, General Beatrix vendrá en su lugar.
Hermendekin  se mostró un poco molestó al escuchar el nombre. Las viejas rivalidades es lo que traen en este tipo de oficios, aguantas por oficio, por orgullo, para hacer valer a la otra persona que no puede contigo, y un crío que había sido criado bajo la pobreza de los bosques sabía más que nada lo difícil que era llegar a un rango como el que la habían otorgado hace tiempo. Era un hombre bueno entrenado bajo a sol desde su décimo cumpleaños, fiel a su señor, gran guerrero y comandante… Pero la codicia de aspirar a más le ganaba por dentro, le recomía en sus adentros como un gusano bacteria que arrasa con los intestinos.
Hermendekin asintió ante el soldado:
-Puede retirarse, soldado- movió su mano frente Riven,- Por aquí.
Riven junto sus labios formando un gran silbido que retumbo en tal demolido lugar. La atención de cada formante de la banda talantalus fue lograda con éxito, todos recogieron sus armas y comenzaron a seguir a su líder y ese extraño coronel.
Runa cargó con Lezul quién todavía protegía al pequeño y se puso en rumbo palacio para lograr su sanación.
El grupo tomó atajo por un pequeño camino empedrado decorado de la naturaleza verde y musgo que crecía bajo la sombra de rocas que hace tiempo atrás estaban allí colocadas como muros contra el sol. El tiempo se agotaba y debían darse prisa mientras Beatrix tenía la situación bajo control…
-   Vuestro contrato está formado para proteger al rey de una oscura amenaza- fue comentando el coronel a la banda
-      ¿Qué amenaza?, ¿tipo maldición?, ¿magia?- preguntó Cid
-     Morgana, es una bruja rencorosa que tiempo atrás ha intentado hacerse con el poder que habita en la sangre azul de los Handeck, su majestad no posee el poder ya que fue quién se enlazó con la mujer que lo denominaba, nuestra difunta reina Sannara. Una vez en el palacio os dejaré con su majestad y él determinará vuestras ordenes, no puedo contaros más información- continuó en silencio
Riven se mordió la lengua ante la información, puso su dedo índice en el labio mirando a sus pequeños retoños,  más guiñando su ojo  comprendieron la indirecta de su mentor.
Mientras tanto las cosas en el palacio cambiaban de lugar , las sabanas blancas que cojuntaban con la cortina de los aposentos del príncipe eran enrolladas en un cuerpo de hombre musculoso que levantaba lentamente al lado de el joven Handeck.
-     ¿Estarás toda tu vida así?
-     ¿A qué te refieres?- preguntaba el príncipe
-     Permites que tú padre te de miedo,te esconda en la oscuridad dejando de lado quién eres
-    Así será siempre, estoy atado a él y mis obligaciones
-     A eso me refiero
-     ¿Qué?- Confundido Handeck
-     Podrías acabar con su vida y huir conmigo
-      Pero es mi padre…
-      Nunca te ha tratado como un hijo, por lo cual no eres su hijo. Además esta tarde me iré y desapareceré para siempre- dijo la sombra alejándose
-     Espera, Rannus…
Las palabras empezaron a repetirse una y otra vez en la mente del joven preguntándose si era la solución a su problema. Era su cumpleaños y su padre le había preparado una fiesta, pero la realeza no era su sueño, buscaba amor en cada hombre, había poseído tantos cuerpos varoniles bajo sus órdenes. Incluso a veces, habían sido más de dos personas a la vez, tenía un vacío que quería llenar en los brazos de hombre.
Incluso sus esperanzas estaban cada vez más bajas gracias a la presencia del rey, la rabia es como un lobo hambriento el cual le ponen carne delante y ataca sin piedad por supervivencia.
Salió de sus aposentos y notó al personal agitado en todos los lados, bajando unas grandes escaleras decoradas con una tela color vino paró a un sirviente agarrando de su brazo
-¿Qué ocurré?
-Mi señor, están atacando el reino…
Imvir Handeck se quedó catatónico ante la noticia, que sin darse cuent su propio padre estaba frente a él al final de las escaleras.
-Muévete, eres el príncipe, eres el punto blanco del enemigo hijo, muévete hacía el muelle oculto- tan apurado le rogó Arkaiz
-Voy un momento a la cocina, padre.
La oscuridad nublaba la razón de la situación, ¿tiene peso la libertad?, el deseo estaba creciendo, él no quería ser un estorbo, quería una vida con amor. Amor de teatro, de obras de calle… Un amor barato y burdel.
Revisó cada uno de los cuchillos y el más pequeño lo escondió bajo su camisa de seda, Rannus apareció a su espalda.
-Tomaste una decisión, por lo que veo
-Huyamos, quiero mi libertad…
Ambas figuras salían de la cocina al encuentro del rey.
-Estará en el salón esperando a ese coronel- guió Rannus hacia la muerte de su padre
Pasaron por tres salas vacías de muebles antiguos llenos de polvo, a poco pasos de la sala de reuniones. Empujaron las grandes puertas  donde se encontraba Arkaiz con una copa de vino, el rey levantó la mirada
-    ¡Tienes que estar en el barco! ¿qué haces aquí?
-   Padre- dijo imvir con cierta tristeza acercándose a su sangre
-    ¿Qué ocurré hijo?
-      Padre, lo siento… pero si tú vives yo no puedo vivir
En un cerrar y abrir de ojos notó el frió del metal perforando su pulmón, y se clavaron los verdes ojos de su descendencia en sus pupilas. Tapó la herida con su mano mientras como observaba que no solo se le iba la vida sino su hijo con ese hombre misterioso que hace días pisó palacio.
Imvir subió a un bote junto a Rannus dejando su pasado atrás, sus ojos le pesaban por lo que había cometido. La huída dejaría que el amor triunfará, era su momento, e iba rumbo a Ragnarok.
Nada más pisar palacio, Hermendekin los condució al gran salón donde sabría que su majestad esperaría.
Era empujar las grandes puertas y encontrar al rey de roca herido en todos los sentidos, tirado en el suelo. Había sangre alrededor de él, en sus manos, era en evidencia un asesinato. El coronel corrió hacía el cuerpo y lo cogió en sus brazos
-Majestad…
Los débiles labios comenzaron a hablar
-Imvir me apuñaló… da el aviso rápido
-UN MAGO BLANCO –GRITÓ EL CORONEL- RAPIDO.
Marcus se retiró su pañoleta e hizo presión en la herida
-Nosotros nos ocupamos de él, pueden dar el aviso jefe- dijo Cinna
Riven siguió al coronel a la estancia de soldados del palacio mientras tanto los demás aguantaban como podían.
-Aprieta fuerte, Marcus
-Si el príncipe se fue, no tenemos misión ¿no?- preguntó Eric
-Nos vamos a meter en una guerra… - Temía Glaurung
-Apartar- escucharon una voz detrás de ellos
Una melena rubia cayó frente al rey, preocupada por como estaba, apartó las manos de Marcus y puso sus pálidas manos en la herida. Una luz comenzó a brotar dando un aura de paz. Todos entendieron que era magia buena. Magia blanca.
A veces la magia blanca no tenía efecto



domingo, 23 de agosto de 2015

Capítulo 1: Un cumpleaños en Eupheria

Una buena bandeja con los mejores manjares  de la ciudad de plata, Eupheria, es lo que necesitaban un grupo de mercenarios que llegaba a aquél lugar.
Posiblemente el vino no saciaría la sed tras el largo viaje que acarreaba su nueva misión. Pronto llegando a una taberna decorada de madera con  un pequeño letrero que decía "la taberna del patito", donde había una fila de taburetes delante de la barra, dos mesas hacia la zona de la derecha y una pequeña mesa al fondo donde no cubría la luz.
Había una buena zagala debajo de un cuadro viejo e inexpresivo con su ocupación de camarera ,sus respectivos rizos y atractivo vestido rojo mostrando un escote corazón dejando a la vista sus encantos.
Nada mas ver al grupo entrar en la pequeña taberna esbozó una sonrisa y con gran desparpajo preguntó.

-¿Les sirvo algo bellezas?

En uno de los taburetes de la fila se encontraba , un borracho celoso con alma de poeta terriblemente enamorado de Rubí ,la camarera.

-Rubí, sempre me haceg dano mirado azí a otrog crienteg. 
 Tambaleándose e intentando estar en equilibrio.

-Vaya hombre. Rechistó Cid.

Todo el grupo entraba con cierta alegría tarareando una canción.
El líder arrojo sus pertenecias sobre una de las mesas mirando como el borracho les regalaba una mirada atravesada  tan solo por entrar en el lugar.

-Simples fanfarronadas. Respondía Riven.
Riven que le observaba fijamente tenía una cicatriz desde la frente pasando su nariz hasta la mejilla, de cuerpo curpulento y manos rasgadas por todas las guerras que habría librado. Sus canas le advertían que llegaba a una edad de otoño- invernal por la que pronto no tendría la fuerza suficiente de continuar en esa vida dejando a la vista su miedo de envejecer.
El adulto canoso acogió a cinco jóvenes, mientras pasaba de misión en misión, formó su pequeña familia y la futura banda Tarántula.El primero de ellos fue Lotti, el fuerte del grupo "se hacia llamar así por su gordura" de pelo castaño ceniza tapado por un casco de hojalata creado por él mismo, adoraba el teatro y las jóvenes con cara de muñequitas.
Después llegó Eric, pelo como la oscuridad y carácter siniestro, nunca hablaba con los clientes y menos las mujeres, continuó Marcus el poco agraciado del grupo que ocultaba su rostro con una pañoleta además sus dientes parecían sierras capaces de derribar árboles. Cid el maquinista del grupo y el más pica flores de todos con su cabello rubio blanco y ojos enigmáticos, cuanto más grandes fueran los senos en la mujer más interés producía en él, y finalmente Glaurung , el leal de la banda con su pelo oscuro de carácter silencioso y solitario, a veces se le veía tener conversaciones profundas con Eric.
El hostil borracho arrojó una jarra hacia el grupo pasando muy cerca del rostro del canoso de Riven.

-Miegda de jombre. 
Sollozando.
El canoso no dudó en agarrar por el cuello al borracho repitiendo una y otra vez "¿quieres morir?"
Rubí la camarera se interpuso en medio para evitar posibles conflictos.

-Les invitaré a una ronda, pero tengan la calma y buenos modales. 
Rogó.
Entonces el canoso soltó la persona que consideraba  mugre y tomó asiento en tranquilidad.
Los demás callados tomaron ejemplo y formaron círculo con su mentor.

-Jefe le noto un poco de reservas ahí dentro. 
Bromeó Cid.

-¡Camarera un buen plato de chobo. 
Lotti se sobó la panza.

Rubí asintió mientras comenzaba a rellenar las jarras de cerveza, a lo que los visitantes les tocó esperar media hora.

-Concentraos, comenzará la misión así que procurar tener cuidado con la bebida. 
Ordenó Riven.

-Niñeras por aquí, niñeras por allá. 
Burla de Eric.

-Mientras llegue la comida ya. 
Rechistaba Glaurung.

-¿A quien toca escoltar, jefe?- preguntó Marcus mientras jugaba con los dedos en el tablero de la mesa.

-A un miembro de la sangre azul, por el camino iré dando detalle de lo que me informo el coronel.

-¡JEFE! ¡TENGO HAMBRE!- retorciéndose Lotti como un niño caprichoso

Sonó una pequeña campanilla indicando que el chobo estaba en su punto (Chobo es un pájaro de dos metros de plumaje negro que se usaba de comida o compañía).
La mujer de las olas en el cabello les sirvió en una gran bandeja dejando más a la vista sus encantos y con una sonrisa provocó una erección en Marcus y Cid como cualquier mujer que trata de parecer musa del destape. Pasando una hora en aquel lugar comenzaron a recoger, no obstante aquellos dos dejaron sus babas en la barra, intentando cortejar a la muchacha aunque  el viejo poseía mano dura y se los llevó a la fuerza.Nada más salir el borracho pataleó exigiendo la atención de la joven, hasta que logró su enfado y desapareció de la barra.
-Nunca estaré con un tipo como tú.
Un poco lejos, hacia a las afueras, en una pequeña casa acogedora con corralito vivía uno de los hombres más legendarios del reino por ser  un antiguo guerrero que luchó junto al rey en una antigua guerra. Hombre robusto y humilde de fijas ideas el cual convivía con su hija, una joven con la cabeza llena de pájaros y que le traía de cabeza. Aquella mañana asomaba por el muro exterior de la casa  la mejor amiga de su hija...

-Buenos días Thorgil, ¿donde está Runa?

-Buenos días, esta detrás de la casa con Boko. 
Contestó.

Mientras Thorgil se sacudía las manos llenas  de tierra, su amiga saltaba el muro dando pasos al corral donde se encontraba Runa jugando con un chobo que acogió de mascota al cual no quería que su padre asesinara para comer... Sarcásticamente el padre accedió a que se lo quedara.

-Llegamos tarde, adecéntate  pareces una vagabunda. Le metió una riña Lezul.

-No quiero ir, solo hay incompetentes y tontos en la escuela de magia. 
Se negaba la pelirroja.

Lezul negó con la cabeza y la agarró de la muñeca llevándola  a arrastras, pero para Runa la suerte no estaba en un pupitre rodeada de mediocres, ella soñaba con crecer con la experiencia del camino rudo de la vida.Runa se despidió de su padre con un beso en la mejilla, obligada saltó el muro y se puso en marcha a otro día gris para nuestras incansables estudiantes de magia.
El sol comenzaba a ocultarse como si tratase de jugar al pilla pilla con las grises nubes que adornaban Eupheria, en  cada calle se podía observar como  de bien distribuidos estaban los puestos del mercado medieval.
Armas, pociones, vestimentas de viaje, mochilas de piel de scarto...
Era la cuna de cualquier viajero aventurero. La plaza del pueblo, adornada en sus gruesos  blancos muros, por bellas flores moradas silvestres; fue el punto de concentración para la banda contratada. Hermendekin, el coronel, se encontraba bajo la estatua de su amado Rey Arkaiz. Estatua creada en conmemoración una antigua guerra que existió por los tratados de Rannek.
Cuando el sol toco la mano de la estatua, el grupo hizo presencia ante dicho coronel.
Girando una pelotita en el aire Lezul, silbaba ignorando las quejas de la pelirroja mientras continuaban por dicha plaza, pero, como todo que se acaba ignorando y acaba mal... La pelirroja golpeó la mano de la dominante de aire y la pelota fue volando a una gran cabeza de un chico con atrayente grasa. Lotti al recibir el disparo las observó y en un instante se enamoró de la joven del cabello  negro azabache con reflejos azules.

-¡Eh renacuaja!, ¿Quieres morir?. 
Amenazó desde una distancia prudente Cid.

-¡¿Que qué?!, ¿ De qué vas puercoespín ?. Defendió la pelirroja sin saber el peligro que acarreaba.

No lejos, en el gran palacio blanco, el hermoso príncipe de cabellos dorados cumplía su decimoctavo cumpleaños, no consciente que su padre héroe y rey, le había preparado una fiesta para animar su estado tras la discusión del otro día. Al rey no le gustaba que su hijo, copulara con hombres y más con sirvientes de palacio , era una deshonra para su propio linaje como titulo y hombre y una posible decapitación si los demás reinos se enterasen.Pronto tendrían que llegar los guardaespaldas que había contratado pues, era consciente que gracias a ese tratado buscarían la muerte de su hijo gracias a haber cumplido esa edad.
Todo eran risas, hasta que el suelo de Eupheria comenzó a temblar, a cada segundo más fuerte...
Los habitantes empezaron a entrar en pánico  sin saber que rumbo tomar o que diablos hacer, el suelo sonreía en mitad de la plaza repartiendo el lugar en dos.

-Ahí vienen. 
Dijo Riven.

Lotti preparó su gran maza, Riven una gran espada de doble filo.
Los basiliscos salían de la madre tierra enfurecidos, eran unas criaturas temidas por cualquier guerrero.Eric acertó a mucha distancia a uno con el arco , pero cada vez salían más y más. Tras el desorden que existía en ese mismo instante todos se abalanzaron sobre las criaturas tratando de frenar la invasión.

- No miréis a sus ojos. 
advirtió Marcus.

Uno de ellos repto hasta las piernas de Glaurung y lo arrastró hacia un grupo de ellos, pero Cid con su alabarda los  alcanzó.

-Por los pelos, dientes de sable.
 Bromeó a su compañero.

Glaurung desenvainó su espada de plata  y comenzó a rebanar a unos pocos de esos reptilianos que invadían el pueblo.
Un niño de pronto se encontró acorralado por dos de esas criaturas siendo captado por  la visión de Lezul que intentaba hallar una escapatoria con Runa. En seco comenzó a susurrar unas palabras y extendió su mano hacía el lugar donde se encontraba el pequeño. Por lo pronto una ráfaga de viento afilado como cuchillas le apartaron del pequeño niño. Lezul aprovechó para correr hacia él y subirle en su regazo, solo dando unos pasos, otro grupo de esos monstruos le asaltó...
Runa por instinto actuó aunque no fue muy eficaz, solo dio un pequeño chapuzón a esas criaturas las cuales se giraron hacia ella.
 Inspiró profundamente.

-Socorro...-
Comenzó a correr asustada.

Derrepente entre pieles muertas de humanos y reptiles apareció una flecha que reventó a uno de los basiliscos que perseguía a esa maga poco útil, Eric tenía un pulso magnifico para enemigos que se movían con rapidez. Apuntó por segunda vez a los otros mientras los demás libraban la aniquinilación de la plaga, Lezul se tiró encima del pequeño para proteger que los dientes de la criatura no clavaran en él. Se clavaron como una quemadura con un hierro al rojo vivo, y ella, perdió la compostura ante la situación….
La cabeza de la criatura apareció machacada a su lado por una maza, dando lugar a que los ojos de la azabache se levantaran mirando al chico de la gordura.
-Levantate, llévatelo hacía el palacio y que te pongan una pócima- Ofreció su mano a la dama
A lo lejos observó el casco hojalata que se aproximaba el ejército del rey entre la lucha.